Fue muy especial, pues mientras realizábamos el recorrido con el guía, aparecía sorprendiéndonos una mujer que encarnaba el personaje del que nos hablaba el guía. Así conocimos en primera persona varias historias. Una de ellas fue Úrsula Suárez.
Criada entre lujos por su abuelita materna, llena de mimos y regalías fue creciendo Úrsula (Santiago 1666 - 1749), poseía un carácter fuerte y decidido. De pequeña recibió el lujo de la escritura. Aprendió a leer y escribir a corta edad. Salia con su abuela a pasear por el centro de Santiago, y miraba con idolatría el paseo de las monjas clarisas. Ella, -en una época que enviaban a las jóvenes a ser monjas para poder llevar una mejor vida- decidió que quería vivir en el convento para siempre. Quiso arrancar del casorio arreglado de la época y decidió una vida espiritual para ser esposa de Dios. Entró a los 12 años al monasterio de las Clarisas de la Plaza de Armas. Para siempre.
Úrsula, una mujer inquieta y muy fuerte, alegre, de temperamento enérgico, incluso llegó a ser hasta conflictiva. Tenía su departamento en el claustro, con privilegios tales como criados y esclavos, puesto que su abuela dio una dote vitalicia para que a ella no le faltara nada.
Desde niña tuvo sueños y pensamientos premonitorios, los cuales fueron dados a conocer a su confesor. Él le entrego papel, pluma y tinta para que escribiera todos sus pensamientos. Cada cierto tiempo ella le iba entregando sus manuscritos y seguía escribiendo. Logró escribir dos grandes libros que relataban su vida en el convento, sus pensamientos y sucesos hasta los 50 años.Su confesor quemó un libro de autoría de Úrsula, despojándola de todos sus derechos. Ella manifestaba su rebeldía, era una mujer ilustrada y muy inteligente. La única escritora chilena en la época, puesto que en el siglo XVIII nuestro país era muy pobre en literatura nacional.
Queda un segundo libro que fue concluido en el año 1732 y sólo en 1984 pudo ser publicado en una edición conjunta de la Biblioteca Nacional, la Universidad de Concepción y la Academia Chilena de la Historia. No se dio antes a la imprenta porque estaba destinado a los confesores de la religiosa. Está escrito en lenguaje informal, aunque culto, la obra cuestiona normas de su tiempo, tanto en lo religioso como en lo civil, los castigos que ella recibió, y episodios en que se veían envueltas las monjas como por ejemplo los "endevotados" hombres elegantes, les tocaban las manos para aportar al convento. Úrsula jamás permitió que a ella le tocaran un sólo dedo, a pesar que tenía tres "endevotados" y para que pagaran culpas, les pedía terrenos o casas, las cuales ella se las entregaba a las esposas de éstos "endevotados", poniendo a la mujer sobre un mejor nivel. Fuerte de carácter, escritora, curiosa, enamorada de Dios murió a los 83 años, tal como ella tuvo la premonición de cómo sería su muerte.
*Fotografía de 1887, del convento y Monasterio de las Clarisas.
Estela.
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