Muy perfumados, dulces, jugosos y de color blanquecino, los conoció Don Alonso de Ovalle en 1614, y bautizó éste delicioso fruto como Fragaria Chiloensis.
En 1712, un ingeniero llamado Amédée Francois Fréizier y que estaba al servicio de Luis XIV, extrajo algunos ejemplares y los llevó a Europa. Como el viaje era muy extenso, llegaron sólo cinco plantas vivas.
La idea era hacer un híbrido entre nuestra frutilla que tenía excelencia en sabor y aroma, y la frutilla europea que era roja.
La frutilla moderna se manifestó en Brest, Francia, en 1766. Se cruzó la Fragaria virginiana y Bianca chiloensis (Fragaria ch.). Se nombró como Fragaria x ananassa al primer híbrido y fue el propulsor de todas las diversas apariencias de frutillas comerciales que conocemos
En la comuna chilena de Contulmo, en la Provincia de Arauco, se celebra a mediados de diciembre la "Fiesta de la Frutilla Blanca".
Eli mi hermana, trabaja en el equipo que quiere propagar la frutilla blanca, me trajo de Contulmo unas cajas en el verano. El sabor es FABULOSO. De tonalidad rosado blanquecino, resaltan las semillas de color muy rojo; textura turgente, sabor fresco, jugoso, dulce y muy aromático, no se compara a las frutillas rojas, que son muy apetecidas por el color más que por el sabor.
Cerca de la ciudad de Purén, en la IX región pequeños agricultores cultivan ésta frutilla que llega como regalo de navidad, puesto que su corta temporada abarca desde la segunda quincena de Diciembre hasta fines de Enero.
Durante mucho tiempo, se dejó de cultivar porque no era atractiva para el mercado, por su pálido color rosado y cu carne blanca. Pero hoy, poco a poco, diversos grupos de agricultores incluyendo al pueblo mapuche, se han ido capacitando para propagar y difundir éste delicioso fruto nativo.
¿Te gustaría disfrutar de ésta deliciosa frutilla chilena?
Estela
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