domingo, 3 de noviembre de 2013

La bitácora de "Los Chileneros" (La cueca Brava Parte I)

La bitácora de "Los Chileneros" es un documental dirigido y producido por Mario Rojas en 1988. Relatando la vida del conjunto.

A continuación hice la transcripción de las palabras de nuestro compositor, poeta popular, cronista, maestro de una nueva generación de cuequeros; que nació en 1914 y nos dejó en 2005: Nano Nuñez (Q.E.P.D)

"Panderos, tormentos, platillos, conchas de choros, cualquiera cosa, hasta de ostiones. Sillas de terciado, las sillas de terciado, esas sillas de viena también sonaban bonito..

El roto buscaba cualquier cuestión, podía estar a la orilla de un camión, agarraba los tapabarros o lo que sonaba mejor y se ponía a tañar. Los dedales, los dedales para coser los ocupaban mucho, sobre todo esos de metal; esos eran más bonitos, son más sonoros.

Claro yo nací en un pasaje de esos que están de Alameda a Ecuador, de la punta de diamante para abajo, son seis pasajes. Todavía están. 

Mientras toca el pandero Nano dice: Son muy duros estos cueros, hay que echarles pecastilla. Bueno el pandero, mire de a poco uno se va... como le diré... el mismo pandero le va enseñando a uno, porque toma platillos, unos de bronce, de lata, de acero, los hace sonar unos con otros. Uno le va buscando también, el mismo espesor, el pandero no debe quedar pesado, de cualquier madera.... porque algunos se ponen a hacer de lingue panderos. son muy pesados. Tiene que ser madero, pino.. el mismo raulí es muy quebradizo, entonces buscar la madera más liviana, porque mientras más liviano queda, mejor para firuletear.. hacer malabares con el pandero...

Me llamo Hernán Raúl Nuñez, por mi madre soy Oyarce
Cuando digo mis cuartetas/
Al diablo hago persignarse

Porque hay diablo en todas partes/
Pero son de carne y hueso

Porque al otro lo inventaron/
Pa' hacer más tontos a los lesos

Me crié entre rotos gallos/
Y mi cueca fue el diamante

La regalona de Chile/
Más linda que un estandarte..

Y es por eso: si me van a hablar de cuecas/
Aunque porro soy letria'o

Y en la escuela de la vida/
fue que salí titula'o

Mi cuna fue una guitarra/
Y mi almohada el clavijero

Me tapaban con la funda/
Y mi cascabel fue un pandero

Y entre taitas y cantores y en medio de las vihuelas 
Fueron canciones de cuna/
Pa mi, las cuecas chilenas

Mi escuela fue el arrabal/
Fui a clases a los conventillos

Y la vengo tarareando/
Desde que era casi un niño

Me fui a hacer un bachiller/
A las casas de gastar

Y me agarré de un pandero y no lo he podido largar"

Me gustó la cueca, y me gustan los rotos "aniñados" a mi. Yo creía que un cantor tenía que tener un tajo aquí y un clavel en la oreja, y cuando abría la boca, que le faltaran los dientes. Porque uno ve eso, y no ve otra cosa, y tiene que aprenderlo... y  ve que lo vanagrlorian, porque canta bonito, y lo llaman, lo atienden.

Y cuando conocí a cuequeros mas o menos encachados, los admiraba, yo iba donde cantaran... Yo cantaba, pero no me animaba a meterme con ellos porque eran muy bravos.... A mi no me iban a hacer nada porque yo era muy cabro.

El piano es el que le ha dado más vida a la cueca. Se quedó en la cueca... y la cueca se quedó en el piano.
Hay una cueca que digo yo:

Siempre el piano fue el señor/
De la alta sociedad, cuando conoció la cueca
Fue más de la gallá

Ahora anda en el lote/ y le da brillo
Va a todas las pará con los chiquillos...

Con los chiquillos si,y fue la cueca, quien lo sacó a la cancha en una fiesta..
Está tirado con onda para la fonda...

Después me agarró un gallo, un cabro; tiene que haber sido más inteligente que yo, porque del momento que encachó un cajón y me echó a lustrar a medias claro, si yo hacía diez, doce pesos, le decía diez.... le recortaba dos pesitos. Entonces dije: estoy leseando, fui por ahí, compré un cajón azucarero, me encaché un cajón, compré unas escobillas, salí, me independicé... así que era "capitalista". Y salí a lustrar yo. Unos diez años tendría, nueve años tendría, entiende...

Ahí fue cuando salí por Ecuador pa`bajo. Pero ya había andado con el Horacio.. que vendía diarios, así que ya me conocían ya.

Y yo de cabro, donde veía un camión descargando sandía o leña..iba y me ponía a ayudar y me pasaban mi chaucha. Partían una sandía y le daban un pedazo a cada uno y le pasaban su monedita a uno.

Así que siempre me las gané yo. Entonces conocí la vida. Y aquí había hambruna pues taita... había harta hambruna...

Continúa en parte II.

En el siguiente link pueden ver completo el documental:
http://www.youtube.com/watch?v=G4JNcgwXOd8

Estela.


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