Personalmente me he dado cuenta que en nuestro país se realiza una campaña, casi de terror en contra del consumo de leche de vaca. En Chile se consumen 145 litros de leche per cápita lo que equivale sólo a 0.3 litros diarios, muy por lejos de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la cual indica que se debería consumir como mínimo 160 litros per cápita.
Nuestro país tiene mitos terribles en contra de la Leche, e incluso muchas madres le quitan éste derecho a sus hijos apelando creencias religiosas, ecológicas o incluso amparándose en la conciencia animal.
He visitado lecherías en diferentes lugares de Osorno, en Curacaví, Buin y otros sectores. Los productores poseen un muy buen trato a los animales, muy superiores de hace 50 años atrás. A pesar que nuestro Gobierno tenga nulo apoyo y protección a los ganaderos, y muy por el contrario, hacen la vista gorda en que los productores vendan la leche de sus vacas a precios irrisorios, para que luego le agreguen agua a la leche y puedan multiplicar litros.
Toda mi vida he tomado leche, y de gran calidad. Mis tíos que vivían en Planta Carena, nos mandaban leche de sus vacas, fresca y sana. Incluso con mi hermana bebíamos leche al pie de la vaca. Un lechero de Talagante ordeñaba sus vacas y nos vendía la leche fresca en nuestra propia casa. (Ojo esa es mi realidad, no incito a que se consuma leche no pasteurizada, incluso se ha sabido de estudios que éste tipo de leche ayuda a la Fibromialgia) La leche Soprole, por ejemplo, está muy por debajo de esa excelencia y calidad.
Entonces -además que los chilenos consumimos poca leche- si consideramos que compramos una caja de un litro de leche, bebemos medio litro de agua y medio litro de leche aproximadamente. Nos meten el dedo en la boca con los precios y a los productores que invierten en calidad de vida de sus animales, de alimento, forraje, medicamentos y tecnología los empresarios le pagan $100 pesos un litro, que luego hacen cundir con agua y la ciudadanía compra a $810 una caja de un litro. Claro, el gobierno y ministerio de Agricultura tampoco se hace cargo de éstas anomalías.
Es una campaña en contra de los propios productores, para que no exista demanda de leche, de asustar y concientizar a la ciudadanía que la leche es mala, que es tóxica (cosa que desde el mundo es mundo, se ha consumido y se ha ido obteniendo mejor calidad osea en la humanidad).
Si vamos a EEUU por ejemplo, en un supermercado común venden BIDONES de 5 litros de leche, como mínimo, y de excelente calidad. Pero nosotros no tenemos ese derecho gracias a la campaña de terror que se ha instalado en cada hogar y que ha logrado aplastar a productores, hasta hacerlos casi desaparecer, para que llegue el turno de empresas brasileñas o uruguayas que nos vengan a vender leche.
Mis tíos, madre, abuelos, tíos-abuelos, que han consumido leche toda su vida jamás han tenido problemas oseos, pese a fuertes caídas de caballos, en los cerros o en el campo. Nunca un hueso quebrado.
Recuerda: El consumo de leche es un alimento ÚNICO, no existe otro capaz de suplir todos los nutrientes juntos, y si quieres saber más razones, entre las miles que existen para consumir leche, puedes leer ésta nota.
La leche ayuda a prevenir la obesidad, las caries, la diabetes, entre otras enfermedades.
Estela.
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