Con los años se fueron formando nuevos Cuerpos de bomberos en diversas ciudades del país, con el fin de proteger continuamente a la ciudadanía.
Los nacientes Cuerpos se formaron con miembros de una estirpe de comerciantes y mineros, de gran carácter, ideas progresistas y tendencias liberales, quienes encuentran de ésta manera materializar inquietudes éticas y sociales. Muchos sectores aristocráticos donaban generosas sumas para que éstos hombres, convertidos en Compañía, dotaran sus cuarteles y equipos con lo necesario para hacer frente a un incendio.
En aquellos años también surgieron las llamadas "Compañías de Colonia" que las integraron inmigrantes o hijos de inmigrantes. Lograron llevar a cabo un servicio que ya era conocido para ellos en su país de origen, ayudando y potenciando el trabajo. Lograron asociar y conservar la identidad nacional.
Durante la segunda mitad del siglo XIX destacó la dedicación esforzada, sincera y desinteresada, que le dio gran prestigio en nuestro país.
En 1970 la organización tuvo una necesidad de unir a todos los Cuerpos de bomberos, de norte y sur de Chile. Fue así como nace la Junta Nacional de Cuerpo de Bomberos.
Se creó en 1988 la Academia Nacional de Bomberos, que tiene como fin enseñar a sus integrantes, metodologías modernas, para responder así, de forma profesional a distintas emergencias, desde siniestros originados por la naturaleza, accidentes, o acciones u omisiones del hombre.
Como todos sabemos, el trabajo, sacrificio y entrega de los Bomberos en Chile, sigue siendo hasta nuestros días de forma voluntaria, a diferencia de otras partes del mundo.
Recordemos ésto, cuando un bombero se nos acerca a pedirnos una cooperación económica.
¡Feliz día a éstos grandes héroes!!
Estela
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