El manjar blanco definitivamente me transporta a una niñez dulce, con aroma a brasas, días fríos y regaloneos con mamá, hermana, abuelita y tata.
Me transporta a tardes frescas de otoño y tibias de primavera.
Hoy, en éstos días que todo es desechable, rápido, individualista retrocedo el tiempo y mientras mamá prende el brasero mi abuelita se dispone a hacer éste manjar de dioses.
Se necesita:
6 litros de leche fresca entera (antes teníamos un señor que nos vendía la leche recién extraída de vaca de Talagante)
6 tazas de azúcar granulada
2 palos grandes de canela
clavo de olor
Cascarita de naranja
Preparación:
En una olla grande y de aluminio o cobre se vierte la leche, azúcar, palos de canela, clavo de olor y cascarita de naranja. Llevar a fuego alto en cocina o brasero como el caso de éste manjar.
Se revuelve hasta disolver por completo el azúcar, y se sigue cociendo a fuego medio, revolviendo sin detenerse, hasta que reduzca su volumen (al menos por una hora) hasta que se haya vuelto espeso, cremoso y un tono caramelo.
Retirar del fuego. Quitar los palitos de canela, cascara de naranja y clavos de olor. Guardar en frasquitos de vidrio.
¿Te trae un recuerdo el manjar blanco?
Estela
SI ME TRAE RECUERDOS. MI MAMA TAMBIEN LO PREPARABA, PERO LA MISION DE REVOLVER DURANTE UNA HORA ERA ENCARGADA A MI PERSONA Y HABIA QUE HACERLA CON MUCHA DEDICACIÓN, NO DEJAR DE REVIOLVER, PORQUE SI NO LO HACIA ASI, EL MANJAR SE "CORTABA" Y QUEDABA GRANULOSO Y NO SUAVE COMO TU BIEN LO DESCRIBES. EN TODO CASO ERA TAN RICO, QUE BIEN VALÍA EL ESFUERZO Y LA AYUDA A MAMA, AUNQUE NO FUERA 100% VOLUNTARIA.
ResponderEliminarSiii!!! cuándo no se revuelve como corresponde queda "cortado" como granuloso. Aunque sigue siendo delicioso :P
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